Nota: A lo largo de las próximas semanas se irá difundiendo más acerca de esta novela.
Es menester resaltar que para profundizar la comprensión de una obra literaria no basta manejar al "derecho y al revés" el contenido intratextual de la novela. Sino, es imprescindible conocer el contexto histórico del autor y analizar* el cómo estos sucesos influenciaron ya sea en gran medida o poca en la plasmación de la obra.
Por esta razón, el presente análisis comenzará con una breve biografía de Gabriel García Márquez, el contexto histórica de Colombia (Hincapié en la United Fruit Company) y finalmente abordaré la obra en sí.
Nota: Se sugiere revisar la sección sobre teoría literaria para comprender a mayor cabalidad el cómo el autor emplea los recursos estilísticos para transmitir un mejor mensaje.
Breve biografía del autor:
Gabriel García Márquez nació en el pueblo de Aracataca el 6
de marzo de 1927. Sus padres fueron Gabriel García y Luisa Márquez. Empezó a estudiar Derecho en la Universidad Nacional de
Colombia y decidió abandonar su carrera
con el propósito de insertarse al periodismo y la literatura.
Publicó su primera obra “La hojarasca” en el año 1955. A
pesar de que esta novela no tuvo tanta acogida a comparación de sus posteriores
producciones literarias, integró un estilo peculiar por el hecho de emplear la
técnica de los monólogos así como los juegos con el tiempo.
Posteriormente, Márquez dio a conocer otras obras como El
coronel no tiene quien le escriba y Los funerales de Mamá Grande. Sin
embargo, Cien años de soledad, publicada
en 1967, significó el auge de este escritor Colombiano. Pues gracias a ello,
logró consagrarse con el Premio Nobel de Literatura de 1982. En sus últimos años padeció de cáncer linfático, enfermedad
que provocó su muerte el 17 de abril de 2014 en la Ciudad de México.
Contexto histórico:
La United Fruit Company (Compañía bananera) fue una firma estadounidense fundada en 1989 por Mino Keith. Esta organización controló el mercado del banano en varios países de
Centroamérica y El Caribe. De hecho la UFCO se apoderó de
extensiones de tierras en la región para garantizar la producción de banano.
Igualmente. Para mantener su participación en el mercado, esta multinacional
buscó reducir significativamente sus costos de producción.
Por otra parte los movimientos revolucionarios habían ganado
importancia en amplias reivindicaciones de los sectores populares, los cuales
sufrían enormes condiciones de desigualdad y miseria. Los trabajadores de esta
multinacional estadounidense y sus familias sufrían enfermedades, falta de
acceso a la salud, hambre, carecían de acceso a la educación entre otros
derechos. La situación que sufrían y el clima de luchas populares incentivo a los
trabajadores a buscar organizarse para exigir a la United Fruit Company,
mejores condiciones laborales que le garantizara una mejor calidad de vida.
Tras organizarse los trabajadores en sindicatos definieron unas
reivindicaciones precisas y buscaron sentarse dialogar con la United Fruit
Company, a la cual le presentaron estas pretensiones. Sin embargo, estas sencillas exigencias fueron rechazadas por las
directivas de la empresa, las cuales se negaron a sentarse a dialogar con los
dirigentes obreros a los cuales desconocieron.
La United Fruit Company consideraba estas demandas de los
trabajadores una amenaza a su operación en Colombia. Si los trabajadores las
imponían, la compañía tendría que aumentar los salarios y el precio de compra a
los cultivadores colombianos. Por lo tanto, la United Fruit Company se negó a
negociar. La compañía argumentó que la huelga no podía ser vista como un paro
legítimo de trabajo, sino como una rebelión contra la autoridad establecida,
fomentada por agitadores extraños al conflicto.
Cuando la Unión Sindical de Trabajadores del Magdalena escribió
el pliego de peticiones, no solamente le envió copias a la United Fruit
Company, también al presidente de la República, al Congreso y al Ministerio de
Industrias. Los trabajadores solicitaban al gobierno que admitiera la legalidad
de sus demandas, y pidieron a la Oficina General del Trabajo que mediara entre
ellos y la United Fruit Company.
Sin embargo, el gobierno del presidente Miguel Abadía Méndez
buscó proteger los intereses de la United Fruit Company, por lo cual encargó al
General Carlos Cortés Vargas para que destruyera la protesta iniciada por los
trabajadores.
Tras varias protestas por parte de los trabajadores y de
continuas detenciones que realizaba el ejército, el General Carlos Cortes
Vargas, el gobierno y sobre todo la multinacional United Fruit Company
presionaron para que la huelga fuera finalizada a toda costa. Incluso enviaron
soldados de Antioquia, pues el general considero que los de la región no
actuarían, pues tenían relaciones familiares y fraternales con la gente de la
región.
En la noche del 5 de diciembre, el coronel se concentró en
la plaza de Ciénega con un contingente de aproximadamente 300 soldados traídos
de los departamentos de Antioquia y Boyacá. Los manifestantes, quienes estaban
preparándose para otra movilización pacífica estaban seguros de que el ejército
no dispararía, por lo que nadie se inmuto frente a las amenazas del militar.
Cuando empezaron los disparos el horror se apodero de las personas en la plaza,
mientras los nidos de ametralladora disparaban indiscriminadamente contra los
manifestantes.
Alguien dijo "el pueblo que no conoce la historia está condenada a repetirla". Hago hincapié en esa frase porque es uno de los componentes esenciales de la obra y que está estrechamente ligado al tema de la identidad que se tratará en la siguiente publicación. Asimismo, la masacre de las bananeras es un hecho que es representado en la novela pero de una forma muy diferente a lo que cualquier cronista podría hacer. Es decir García Marquez emplea justamente lo mágico para dar a conocer algo real y este tipo de recursos que enriquece a la novela.
Si te gustó el contenido, no te olvides de compartir.
0 comentarios:
Publicar un comentario